viernes, 20 de enero de 2012

Ora conmigo


Muchas veces no le tomamos la debida importancia a la oración y a nuestra forma de orar.

Pensamos que la oración es mas como un simple ritual para que todo nos salga bien, y creemos que en nuestra oración nunca debe faltar los constantes pedidos, las quejas, pero la oración es mucho más que eso, es abrirle el corazón a Dios, decirle con palabras lo que sentimos por El, es decirle todo lo que tenemos en el corazón.

Cuando hablas con tu mejor amigo, comienzas a contarle tus problemas, cómo te sientes, tus frustraciones, tus dudas, porque existe esa confianza, tu sabes que puedes confiar en esa persona y muchas veces se lo expresas, pero cuando no tienes confianza con una persona solo dirás lo que tienes que decir y nada más.

Así es como muchos oran, oran como si no conocieran a Dios, tan solo le dicen lo que cree que deben decirle, pedir lo que creen que deben pedir y nada más, pero si supieran que Dios quiere tener confianza con ellos, Dios no solo es nuestro salvador, no solo es nuestro Señor:

El quiere ser más que un amigo,

El quiere escucharnos decir gracias,

El quiere que le contemos nuestros problemas,

Dios quiere que tu le busques con un corazón abierto.

La oración va mas allá que las palabras, Dios puede derramar su unción mientras oras, El puede tocar tu corazón mientras ora, pero si tan solo lo buscaras y entraras en esa confianza, El te daría más de lo que esperas.


Ciertamente todos pasamos pruebas, todos tenemos necesidades, muchas veces nos sentimos cansados, pero en la oración el Señor nos da fuerzas, Dios sabe todo lo que vas a decir antes de que lo digas (Salmo 139:4), El conoce tus pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12), Dios sabe lo que es mejor para ti, y El tan solo espera oírte decir lo mucho que lo amas, el quiere ver con que corazón lo buscas, cuanta confianza le tienes, Dios te puede dar mucho mas solo pídeselo y ora con el corazón.

Velad, pues, en todo tiempo orando. Luc.21: 36a
Buscad al Señor... buscad Su rostro continuamente.
1Cró.16:11

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
para... hallar gracia para el oportuno socorro.
Heb.4:16

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